Con la primavera a la vuelta de la esquina y las agradables temperaturas que estamos disfrutando últimamente, es muy probable que, a muchos de nosotros, la alergia haya hecho acto de presencia en nuestras vidas.
Las alergias son respuestas hiperreactivas del sistema inmune que en muchos casos no son incapacitantes, pero sí molestos. Las mucosidades, los picores, los lagrimeos, etc. suelen disminuir la calidad de la vida e incluso amargar nuestros planes para disfrutar de la maravillosa estación que es la primavera.
En la medicina alopática, los tratamientos convencionales para las alergias consisten mayoritariamente en el suministro de medicamentos a través de vía oral, nasal, sistémico, etc. Estos medicamentos son tratamientos sintomáticos y entre ellos podemos destacar dos grandes grupos que son los más utilizados: los corticoides y los antihistamínicos.
En muchos casos, al no poder eliminar de raíz la causa de las alergias, los alérgenos, el suministro de los medicamentos suele ser a largo plazo y como consecuencia, esto deriva a la aparición de efectos secundarios perjudiciales para la salud. Por ejemplo, la ingesta de corticoides suprime la función de las glándulas suprarrenales, que son las encargadas de producir los corticoides intrínsecos (propios de nuestro organismo). Su suministro a largo plazo puede dar lugar a:
Aumento del peso corporal, concentrado normalmente en el tronco.
Favorece la aparición de hipertensión, diabetes, osteoporosis y otras patologías.
Induce a cuadros de ansiedad, insomnio, trastornos digestivos, etc.
En el caso de los antihistamínicos, que son sustancias que inhiben la acción de las histaminas, causantes de los síntomas de las alergias, se pueden clasificar en primera, segunda y tercera generación. Los antihistamínicos de primera generación presentan efecto sedante (somnolencia y cansancio), ya que penetran en el sistema nervioso. En cambio, los de segunda y tercera generación no tienen dicho efecto. Un efecto secundario común de los antihistamínicos es que producen sequedad en todos los fluidos del cuerpo:
Los niveles de saliva se reducen. La saliva es muy importante ya que previene la aparición de caries y otras enfermedades bucales.
Puede inducir la aparición de manchas en la piel si no se realiza una buena protección solar.
Reduce la permeabilidad intestinal y pueda dar lugar a estreñimiento.
Aunque los tratamientos convencionales reducen rápidamente los molestos síntomas de la alergia, muchas veces, su administración a largo plazo conlleva una serie de efectos prejudiciales para la salud. Dicho esto, nos encontramos en una situación entre la espada y la pared. ¿A caso existe alguna posibilidad de evitar los síntomas de las alergias al mismo tiempo de que no haya efectos secundarios a largo plazo debido a los medicamentos? La respuesta es afirmativa, sí existe una posibilidad, y ésta es la acupuntura.
Varios estudios científicos publicados revelan que la acupuntura podría ejercer un efecto regulador sobre el sistema nervioso y el inmunitario, controlando y previniendo de esta forma, los taponamientos nasales, las mucosidades, la irritabilidad ocular, etc., síntomas comunes de las alergias. Incluso la organización mundial de la salud (WHO), recomienda los beneficiosde la acupuntura para enfermedades como la alergia estacional, la rinitis alérgica, el asma y otras enfermedades respiratorias. La principal ventaja que presenta la acupuntura frente a los tratamientos convencionales es que no tienen efectos secundarios a largo plazo y alivian los síntomas al igual que los medicamentos. Incluso en la primera sesión los pacientes ya notan una mejoría.
Tampoco debemos olvidar a parte del tratamiento, es necesario evitar en las medidas posibles entrar en contacto con los alérgenos que sobreestimulan el sistema inmune. En el caso de alergia al polen se recomienda llevar mascarilla y gafas de sol al salir a la calle. Cuando se trata de alergias alimenticias, evitar su consumo e incluso el contacto con la piel. Es muy importante también fortalecer nuestro sistema inmune a base de una dieta y un estilo de vida saludables ya que muchas veces una bajada de defensas puede acarrear la aparición de nuevas alergias.
Algunos consejos para fortalecer las defensas son:
Dieta equilibrada y rica en vitaminas y minerales como zinc o hierro. El zinc se considera uno de los componentes imprescindibles para el buen funcionamiento del sistema inmune y se encuentra en mariscos, cereales y legumbres,
Evitar el trabajo en exceso y realizar ejercicio de manera frecuente.
Evitar el tabaco y el alcohol. Sin embargo, estudios recientes revelan que la ingesta de vino tinto con modelación ejerce un efecto positivo sobre el sistema inmune.
Cuidar y mantener la salud mental.
¡Disfrutar de una primavera libre de alergia ahora es posible con la ayuda de la acupuntura! No dudes en enviarnos cualquier duda acerca del tratamiento de acupuntura para alergias.
¡Estoy aquí para ayudarte!
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